Fijo el rumbo sin destino en las ardientes estalagmitas que cercenan mi
sien. Recorro el tramo sin la prisa típica del incauto esclavo que aún no se
percata que no ha nacido. Sesgo la frente de quien me dirige la miserable
mirada del ignorante juicio y del hartazgo de quien no ha sido aún fecundado. Dilapido
las epifanías ganadas en las batallas perdidas para surgir extasiado en el
frenesí de la funesta alborada.
Mas nada es verídico en este plano. La figura que yace a mi derecha,
impávida e impertérrita antes los estímulos del ambiente, circunda el
territorio con su impenetrable mirada; aquella mirada con dejos de nostalgia,
con dejos de una vida pasada, con sabor a estabilidad pero con la magra tentación de no ser quien no quiere
ser. Con la inseguridad de no saber que no se sabe, con la irritación de no
percibir lo que todos perciben; con la mirada perdida, una vez más, en la
infalible naturaleza que dibuja el presente y borra el pasado, sin distinguir
tus deseos, sin distinguir tus nefastas oraciones, sin diferenciar tus absurdas
tradiciones, y sin destruir lo que aún no has creado. La mirada perdida en la
naturaleza dice más que una mirada fija en un objetivo creado por otros. Las
manos tomadas hablan más que un sinnúmero de ideas ficticias vomitadas por una boca
insensible que utiliza la carne de su lengua más para torturar que para dar placer
a los recónditos deseos de la piel. El
cabello ceñido al cuerpo // habla más que el viento moviendo las hojas una tarde
cualquiera // del
otoño más oscuro dentro del invierno de tus pupilas // tergiversando las
aristas de la realidad que hoy te apresa, de la infinidad que hoy te asesina // y
de la creencia que hoy te sataniza.
A mi siniestra las vidas se estremecen en el desolador vaivén de la
continua ignorancia. Las palabras erran sin saberlo y se entremezclan con
matices vocales que carecen de cualquier sentido. La trivialidad de una
existencia sin razón conmueve los más profundos desgarros corporales de incluso
quienes son incapaces de escuchar los alaridos de sus propias ideas. Ni ellos
saben dónde van, ni ellos saben cómo escapar; pues se sienten tan libres en su
ignominia que les es imposible percatarse de la esclavitud de la cual son parte
fundamental.
En el camino donde no existe la dicción y donde abunda lo inefable, las
vidas chocan unas con otras sin notarlo, entremezclando sus terribles
inexperiencias y haciéndose partícipes de la aberrante realidad que eligieron
vivir.
Hacia el frente, donde lo políticamente incorrecto merma lo socialmente
aceptable, es hacia donde yo me dirijo. Pero considera que aquel norte hacia
donde mis harapos me arrastran no es el mismo norte que tú quieres. Mi norte es
el norte que nadie quiere, es el norte que adquiere ribetes de locura que nadie
es capaz de aceptar. Y yo con estas letras voy viajando, y con estas letras voy
naciendo, y con estas letras voy ocultándome de tu mirada para ser vapuleado
por la ignorancia, y para ser acribillado por el prejuicio del status quo de tu
mente. De tu mente incapaz de ver más allá de sus propios colores elegidos por
alguien más, por tus propios deseos inculcados por alguien más, por tus propios
sueños intervenidos por alguien más. Porque no tienes fin, porque no tienes
principio, porque no tienes rostro, porque no tienes la más mínima idea de lo
que hay al final del camino. Porque sólo caminas igual que el resto, porque te dijeron
que era lo correcto, porque te dijeron que era lo que tenías que hacer, y tu
raciocinio es completamente inútil para cuestionar las ideas del resto. Y es
ese resto el que debes respetar, porque tú y yo sabemos que no quieres dejar de
ser parte de la manada, porque te atemoriza la soledad, porque no sabes crear
nada más que charcos de podredumbre verbal donde tu piel se quema y celebra su
destierro, al mismo tiempo que tu voz se apaga en la muchedumbre de
condenadoras miradas que hacen de tu existencia el mismo juicio final del que
tanto nos hablaron de niños.
No sé cómo mierda cerrar mi comentario.
3 comentarios:
Está super bonito tu texto.
Espero leer más.
(¿sentiste cómo te acaba de arder el cerebro o no?)
JAUAJAUAJUAJAUAJAUJAUA CONCHETUMRE LA WEÁ MALA ;@
Te amo Don Waka, dame un hijo!
Publicar un comentario