El día en que me enamoré
Me es sumamente difícil escribir sobre esto, porque es algo tan íntimo para mi. De hecho creo que jamás le había dicho a nadie esto, y ahora mientras escribo, me sudan las manos y me siento muy avergonzado...
¡Ay! amor, amor, amor...
¿Cuándo fué que llegaste a mi corazón?...
Bah, disculpen, estaba, haciendo una especie de... de poema o algo así. En fin, iré al grano:
La conocí en circunstancias bastante extremas, yo me encontraba en una especie de huelga de hambre para que liberaran el Tíbet... no, momento, creo que Palestina, ¿o era Irak? Bueno algún sitio parecido, da lo mismo, era una buena causa de todas maneras. Estaba tendido en mi carpa, con un pesar en el cuerpo, como cuando sales del baño luego de una diarrea, que te deja totalmente débil, bueno no sé si sea comparable, pero recuerdo que estaba muy débil; y las veces que he tenido diarrea, también he estado así.. como... bueno en fin. El asunto es que la luz tenue dentro de mi carpa sumada al evidente estado de hambruna que presentaba, (como los niñitos pobres de África), hacían que mi mente divagara con muchísima facilidad. Fue entonces cuando la vi entrar; tenía alas de color carmesí, un cuello albo como el de un elegante cisne, unas manos cuyo contacto con mi piel, producía un cosquilleo intenso en mi estómago, para luego escaparse a través de la médula espinal por todo mi cuerpo (bueno eso lo supe después, pero me imaginaba, o me gustó pensar en que fuera así), sus labios, ¡mierda! sus labios, bueno no son de mierda, es que recordé como eran, no es que yo.. o sea, ¡a carajo!, si saben a lo que me refiero: esos labios y todo lo que habita en su interior, desde la irreflexiva y lascivia lengua, sus dientes de mordida delicada pero implacable, hasta cada una de sus insaciables bacterias bucales; todo era un vino acaramelado de color rutilante, esos labios... brillantes. En serio cuando digo brillantes es porque... esperen no quiero ser mal hablado pero, exageradamente brillantes, encandiladores, uno podía acercarse a esos labios y verse reflejado como en un espejo, eran...
Sí, definitivamente eran brillantes.
¿En qué iba? ah claro, claro, apareció en mi carpa, y como yo deliraba y divagaba y alucinaba y me masturb... no debí haber escrito eso, pero en honor a la verdad, sí. Me estaba masturbando mientras ella entraba a mi carpa y lo único que dijo fue, "te traje algo de comer" bastaron esas palabras y mí frustrado intento de acabar, para que la odiara para siempre (en ese instante), es decir: Primero entra a mi carpa, sin hacer alguna seña, o sonido, advirtiendo de su llegada. Segundo; me traía comida. ¿No es absurdo? ¿Quién le lleva comida a alguien que está haciendo huelga de hambre? y tercero, arruinó por completo mi erección y yo arruiné sus buenas intenciones también.
Ahora bien, ustedes dirán, "¡Hey! pero así empiezan las películas pornos" Yo pensé lo mismo, pero fue todo lo contrario, parecía una película de horror, y de esas malas donde no hay un buen argumento y después de la primera escena todo se vuelve tan predecible...
En fin, ahí la vi por segunda, o tercera vez, no sé en realidad soy malísimo con las fechas, de hecho, estoy escribiendo esto porque olvidé una fecha importante. La vi por equís vez, luego de dos semanas (aprox.) después del "asunto" en la carpa, que para los que se pregunten "¿Y qué pasó después que entró?", les ahorraré la incertidumbre, después de que entró, simplemente salió.
Debo decirles que no fue muy grato para mí, comenzar en vez de una película pornográfica con mi amada, una película de terror, rectifico: una pésima película de terror. Pero bueno qué iban a esperar de una señorita monja y de un hombre ateo… ahí hay… bueno... ustedes, entienden, ¿no?...
Ah, ¿Olvidé mencionar que era monja? ¡CLARO! Claro que era monja, y yo un vil y sucio pecador, un esbirro del placer mundano, un ferviente adepto de las interminables jaranas musicales y un abnegado fiel de los abominables pero a la vez exquisitos hecatombes. Ahora sé lo que están pensando, "¿Cómo una monja y un ateo?"...
Yo pensaba lo mismo, bueno no pensaba sólo en el sexo, la verdad ni siquiera se me pasó por la mente, bueno sí igual, un poco, (¿Oye y hace cuanto que no pasa nada?) ¡Por la mierda! Sí okay, pensaba muchísimo en el sexo, pero no es por una cuestión patológica, era simple curiosidad; pero fue luego de conocerla, no al instante en que la vi, porque aunque no lo crean, soy un ateo bastante respetuoso y sensible...
Ella claramente no pensaba en tener sexo, pues, resulta obvio ¿no? Ella estaba casada con dios y el simple hecho de pensar o sentir algo más que un filantrópico amor por el prójimo, le significaría los pasajes, la entrada y la estadía totalmente pagada al infierno. Y por su puesto, el infierno no es el lugar más apetecido por una monja. En fin, les juro por dios (¿Un ateo jurando por dios?, debo estar loco) que el día que me enamoré, y los días subsiguientes jamás pensé en el sexo, bueno, sólo un poquito, pero mera curiosidad, no era algo que me motivara a estar con ella. Aunque debo reconocer que luego de probar la primera bocanada de aquel delicioso humo que expelía su jadeante respiración, mi delicado y puritano enamoramiento, se transformó casi en un estado psicótico de amor enfermizo. (Tan irresistible y tan contradictoriamente saludable).
Creo que me estoy alejando de la idea principal, así que recapitulando: El día en que me enamoré de esta mujer, fue el mismo día en que cavé su tumba y dejé las flores recién cortadas del jardín de la abuela sobre su inmaculado féretro. Claro que fue así, porque luego de concretar el encuentro de las dos o tres, o quién sabe, semanas después del incidente de la carpa, supe que ella era la mujer de mi vida de mis sueños y, lamentablemente, también la de mi muerte. ¿Cómo les explico para que no me consideren un loco?... bueno es difícil dada las circunstancias de mi relato, pero al menos soy un loco inofensivo (?). El asunto es que, yo jamás dejaré de ser ateo (menos por una monja) Y ella jamás renunciará a su intransigente amor a dios. (Menos por un ateo tan desaliñado como yo).
Así que, la maté… Sí, la maté ¿Y qué? ¿Ustedes no hubieran hecho lo mismo en mi caso? Lo más probable es que no, tal vez ustedes hubieran decidido volver a creer en dios y renunciar a su esencia, por el amor a una mujer; Lamentablemente todos sabemos que eso es imposible; que se puede jugar a creer en dios, tan fácilmente, como pretender no creer en él, y de esta manera llevar una vida utópica, llena de felicidad y atiborrada de caretas placenteras. Yo decidí matarla para no seguir con la cruel tarea de matarla de a poco. (“¡Oh! qué considerado eres (?)”) Suena bastante absurdo, y no quiero ser reconocido como “Él inmolado del amor” ni que por la calle, me griten “¡aweonao!” o “!Saco weas¡” o… bueno, se me ocurren bastantes epítetos, pero no vale la pena mencionarlos, ustedes se imaginaran todos los que merezco. Pero es que no tenía otra opción, pues el día en que me enamoré, sabía que mi amor sería extraño, enfermizo y sumamente comprometido, tan comprometido que estaría dispuesto a sacrificar,(En realidad a asesinar) a cualquiera con tal de que mi amada estuviera feliz.
Bastó tan sólo un par de palabras ponzoñosas y un puñal envenenado para atravesar el corazón de mi amada y eliminar las evidencias de vida que coexistían en sus candentes venas y arterias enamoradas con su insípido estado de ateísmo falso.
Limpiar la sangre me resultó fácil, pues tenía todo el tiempo del mundo para pensar; entonces tomé un mantel blanco y comencé a limpiar delicadamente su bello tórax, luego la dí vuelta y arranqué sus alas en caso de que quisiera volar nuevamente, (una estupidez ya que estaba muerta y… ha eso es obvio.) Lo raro, y ahora sí pueden tildarme de loco, es que me comí todas y cada una de sus plumas de color carmesí. Tal vez por eso escribo ahora, porque sus plumas me producen hasta el día de hoy un malestar estomacal tan placentero. Es bizarro, pero me gusta como duele. Como sea, luego de arrancar y deglutir con avidez sus alas de color carmesí, me dispuse a construir el féretro. No me quedó tan lindo como lo veía en mi mente, pero algo se parecía, quería que fuera un féretro alternativo, algo así como una esfera con cortinas y un letrero que dijese “No molestar estoy durmiendo”,(¿Les mencioné que ella sufría de insomnio?). El resultado fue una especie de huevo amorfo y totalmente antiestético que se despedazaba de apoco mientras lo llevaba en andas hacia algún lugar de mi habitación. ¿Supongo que no esperaban que la iba a enterrar en un cementerio? Eso hablaría muy mal de mí como ateo. Entonces la dejé ahí en algún lugar de mi habitación, no recuerdo dónde, pero sé que está ahí, en algún sitio olvidado por el sol, o lleno de polvo, no me acuerdo donde dejé el féretro, pero sé que está por ahí. Bueno es que la verdad, hace muchísimo tiempo que no ordeno ni limpio mi habitación, por lo tanto, es un caos entrar ahí y me es casi imposible encontrar algo. Pero sé que está ahí de todas formas.
Ahora viene la parte bizarra, bueno, no sé si tanto como todo lo anterior, pero es rarísimo. Creo que… estoy volviendo a creer en dios. Y estoy aterrado, porque no es una careta ni una actuación de poca monta, es cierto. Tengo fe en que va a resucitar en algún momento… Lo siento, les estaba mintiendo, la verdad es que no creo en dios, y no estoy volviendo a creer, pero ella si creía, y si ella creía en dios, es posible que resucite ¿no?.
Me la pasó noches enteras mirando hacia algún lugar de la habitación donde, creo, puede estar el féretro artesanal, y alucino con que se levanta el cadáver de mi amada para devorarme con sus brillantes labios de color rutilante.
Momento.
El funeral.
Claro, se me olvidaba ese detalle. Eso se lo dejé a los creyentes: a sus amistades, a sus familiares, a los desconocidos que piensan que todo va a estar bien y que ilusamente creen que con palabras de pésame y versículos arcaicos, van a conseguir que yo me sienta mejor, y que ella disfrute de unas vacaciones eternas en el paraíso junto a san pedro, los angelitos y el señorito Jesús. ¡Bah! Todo eso está de más, yo espero tranquilamente a que resucite, y por supuesto que es una actitud contraproducente, pero como es mi amada, y el amor transgrede la realidad y el amor todo lo puede y Bla, Bla, Bla… Asumo mi estado de imbecilidad y me siento avergonzado de ello, sin embargo…
¿Saben qué? Vayan a disfrutar con sus pololitos y pololitas, vivan felices el autoengaño, yo me quedo con mi miseria enamorada y mi notable avance de conciencia, gracias a unos amigos muy gentiles que me dieron su punto de vista. En realidad son animales de mierda que buscan comerse a la presa más cercana, pero a veces eso resulta fácil y grato, incluso para un depredador novato como yo.
El día que me enamoré, un animal culiao, me dijo que debía separar al venusino (al sentimentaloide) del marciano (naturaleza animal), lo conseguí, y me siento feliz. Feliz por mi enamorada y feliz por mis desdichas.
El día que me enamoré, ni siquiera sabía que me había enamorado, el día que me enamoré supe que asesinarte fue lo mejor que nos ha pasado. Seguiré buscando el féretro y creyendo que volveré a creer en dios, para pedirle que dejes de creer en él.
6 comentarios:
Este weon es muy ingenuo. Creer que voy a resucitar a la monjita para que viva su amor tranquilo. Mejor rézale a mi padre y adórame en tus pensamientos para que descanses algún día en paz :)
J.
JA JA JA JA JA!!!! el Jesho, me hace feliz en su intento de ser todo poderoso y respetado como el loquito de su padre :).
En fin, Sin violencia, no tomes en cuenta a Jesús, está tratando de llamar la atención y por sobretodo destacar en el cielo. Créeme, últimamente las cosas no han andado muy tranquilas en el paraiso...
En lo que respecta al relato, me pareció conmovedor, astuto, y delicioso. Creo que yo también he disfrutado de unas exquisitas alitas de ángeles y pecadores.
S.
:)
Eres bien weon en realidad Satanás ah? :)
Crees que conseguirás alejar a esta pobre alma errante de mis dominios? No podrás hombre, no podrás. Ya toda su vida ha estado así, y por más que intente huir -como ha estado planeando hace tiempo- no lo conseguirá; simplemente porque yo soy Dios, y soy más grande que todos sus problemas. Y además de eso, soy su copiloto; lo que significa que a cada paso estoy con él, lo acompaño, lo cuido, lo aconsejo... lo vigilo, lo castigo, lo amenazo, lo aterrorizo ^^
El relato no me parece nada más que otro fallido intento por demostrar una falsa deshumanidad; no puedes huir de mí, ni de mi Padre :)
Chao satanito, saludos te mandó Judas ;)
J.
Waka y Sinvio, permiso, voy a responderle al ilusito de Jesus.
Te recuerdo,Jeshito, que yo conozco a tu papito hace muchísimos años; Incluso mucho antes de que te creara a ti :)
Y a lo largo de la historia he sido el único que tuvo las agallas para oponerse a su voluntad "toda poderosa", el único querubín :), que logró eludir y desafiar su "omnipotencia".
Y lo más importante de todo, sigo rondando la tierra, el cielo y el infierno :), No como tú, Cristito, que tuviste que ser crucificado, como los weones y estar obligado a esperar miles y miles de eones en el cielito, para recién pensar en volver a la tierra; cosa que dudo suceda, porque tu papito no creo que te deje salir de nuevo de casa :)
Fallaste? en la misión que se te fue encomendada? :)
aaah! no, verdad que salvaste a la humanidad de sus pecados ;)
Pobre diablo, já, ese soy yo :)
Métete con weones de tu calaña Jesucristo :) ánda a hablar con Krishna o con San Pedrito, pues conmigo no tendrás posibilidades.
A todo esto tu padre te manda saludos :), dice que cuando termine de jugar poker conmigo te ira a dar la mamadera :).
B.
Hey hey weon! Mi papá no tiene esos vicios! Mi Padre es todopoderoso, misericordioso y no peca, y lo más importante: no se anda con tipos como tú, que lo único que quieren es aprovecharse de las bienaventuranzas de los puros de espíritu como mi Padre o como yo. Mientras no te involucres con mi santísima Madre, todo bien...
Tú por qué carajo quieres que estos weones se enteren de la verdad? Qué bicho te picó weon? Estai como los weones de Chile, Perú y Bolivia queriendo romper los tratados marítimos y terrestres weon? LOS PACTOS SON LOS PACTOS, y hasta donde yo recuerdo TÚ Y MI FAMILIA TENÍAMOS UNO!!! Y creo que no hace falta recordarte cuál era, imbécil; mal que mal aún guardo uno que otro milagro que te puede hacer quedar mal, MUY MAL, frente a la patética, procrastinadora, ilusa, hermética e inconsciente sociedad :)
Creo que no vale la pena seguir discutiendo de lo mismo. Estos weones no están capacitados para despertar, y tú lo sabes mejor que muchos. Los mantendré ciegos hasta cuando mi Padre en su excelencia y perfección lo determine. Recuerda, la ignorancia es disfrute ;)
Saludos y buen viaje, lucito :)
JC.
Publicar un comentario