Cuando escucho mi nombre
Desde la tierra lejana...
¿Estoy volviendo a la realidad?
Desde mi altura, contemplo...
Contemplo, el paisaje
Más tristemente hermoso de la ciudad
Las chimeneas, apagadas en invierno
La mitad de las ventanas, todas cerradas
El Frío, que encarcela, carcelero; Anfitrión
De la reunión familiar, del lenguaje materno
El horizonte plasmado, en el fervor,
Del llanto celestial, es la lluvia...
La última invitada, el último comensal
Anunciada por la brisa, llegará tarde...
Mientras el viento me separa de la tierra,
Me une con las aves y sus ávidos en vida y muerte
De arboles que se alzan sobre mi...
Me une con el mundo, con las vidas y descesos, con los continentes
Es un viento oriental, caucásico, negro, cantor
Estrellado de noche, brillante de día
Me llena de palabras, me seca de emociones
Me inclino ante lo natural
Ante lo humano, ante la escencia
De toda la humanidad.
"Siempre existirá la pausa, en la vertiginosidad del pensamiento "
Si bien es cierto todo fluye y sigue su curso natural a través del sendero de la vida y de la muerte; en todo existe una pausa; una pausa para reinventarse, como una "coma" en una oración, como una gota de agua, descansando en una nube antes de continuar su ciclo vital.
Y como este blog detenido en el cyber espacio, regresé de mi pausa.
Bienvenidos denuevo. Saludos R.
Sin_Violencia. [J]
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